Descubre Santillana del Mar, la villa de las tres mentiras

Un pueblo lleno de encanto
Es posible que Santillana del Mar sea uno de los primeros pueblos que nos haya dejado sin aliento. Quizás esto se deba a la famosa cueva de Altamira, reconocida como la Capilla Sixtina del arte rupestre, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad. Este descubrimiento ocurrió antes de que conociéramos otros lugares encantadores como Cadaqués o Olivenza.
Santillana, con su aire medieval y su tranquilidad atemporal, contrasta perfectamente con el bullicioso y aristocrático Santander, situado a solo veintiocho kilómetros. Sus calles impecables, rodeadas de edificios históricos y balcones que invitan a asomarse, son acompañadas por una impresionante colegiata que es un verdadero ejemplo del arte románico.
Desde hace mucho tiempo, Santillana del Mar ha sido considerada el pueblo más bonito por excelencia. Fue declarado conjunto histórico-artístico en 1889, lo que certifica su belleza en plena época romántica.
En 1868, el local Modesto Cubillas descubrió la célebre cueva, considerada una joya del arte rupestre, con pinturas de bisontes que datan entre 35.000 y 13.000 años atrás. Este hallazgo atrajo a estudiosos e intelectuales al lugar e inspiró incluso movimientos artísticos vanguardistas. Como dijo Picasso: «Después de Altamira, todo es decadencia».
A pesar de ser un pueblo pequeño con aproximadamente 4.200 habitantes, Santillana ha ganado el apodo popular de «la villa de las tres mentiras», ya que no es santa ni llana ni tiene mar; aunque lleva el nombre de Santa Juliana y cuenta con acceso indirecto al mar.
Lugares imprescindibles para visitar
A partir del siglo XIII era conocida como Villa de Sancta Illana debido a su templo religioso. El término 'Mar' se añadió posteriormente por su cercanía al Cantábrico y sus tranquilas playas como Santa Justa y Ubiarco.
El casco histórico es completamente monumental y se organiza alrededor de dos calles principales que desembocan en dos plazas llenas de encanto. Cada rincón ofrece sorpresas arquitectónicas dignas de admirar.
No obstante, la joya arquitectónica es la colegiata de Santa Juliana, construida en el siglo XII y considerada uno de los máximos exponentes del arte románico en Cantabria gracias a su hermoso claustro adornado con 43 capiteles únicos.
Casonas y palacios emblemáticos
Santillana alberga magníficos edificios como las casas del Águila y la Parra, así como el palacio y torre Velarde. La casona Barreda alberga el Parador Nacional Gil Blas, nombrado así por el famoso pícaro literario nacido aquí.
Nueva experiencia en la Neocueva
Aunque no se puede acceder a la cueva original debido a su fragilidad —cerrada desde 1979— se creó una réplica llamada Neocueva en el Museo de Altamira para ofrecer una experiencia inmersiva a los visitantes. Sin duda, visitar Santillana del Mar es también una experiencia inolvidable.
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