El escándalo de Alexandra de Hannover al convertirse al catolicismo y renunciar a su derecho al trono británico

El escándalo de Alexandra de Hannover al convertirse al catolicismo y renunciar a su derecho al trono británico
Resumen
  1. Un cambio significativo en la realeza
    1. Bautizo en un entorno familiar
    2. Una figura discreta entre los nobles

Un cambio significativo en la realeza

El reciente fallecimiento de la duquesa de Kent, quien se convirtió al catolicismo el 14 de enero de 1994, ha reavivado el interés por las conversiones religiosas dentro de la aristocracia. Entre estas figuras destaca Alexandra de Hannover, hija menor de Carolina de Mónaco, quien también hizo este importante cambio en su vida. Katharine de Kent no fue la única en la familia real británica que optó por abrazar la fe católica, rompiendo así con la tradición anglicana encabezada por el rey del Reino Unido.

Años antes, Beatriz de Edimburgo, hija del rey Alfredo y la gran duquesa Maria Alexandrovna, contrajo matrimonio con un príncipe católico, Alfonso de Borbón-Orléans, en 1909. Aunque sus hijos fueron educados en el catolicismo, fue el 2 de febrero de 1928 cuando una nieta directa de la reina Victoria decidió convertirse al catolicismo durante una ceremonia en el Palacio de Orleans.

En otras cortes europeas también han habido conversiones notables. Princesas como Charlène de Mónaco e Irene de Holanda se convirtieron para poder casarse con príncipes católicos. La más reciente en tomar esta decisión fue la princesa Alexandra de Hannover, quien eligió seguir los pasos religiosos maternos.

En octubre del 2018, Alexandra tomó una decisión trascendental: renunció a sus derechos sobre el trono británico a los 19 años. Esta acción fue significativa ya que desciende directamente por línea paterna tanto de la reina Victoria como del rey Jorge II del Reino Unido.

Bautizo en un entorno familiar

Su bautizo como católica tuvo lugar en una ceremonia íntima celebrada en la capilla del palacio de Mónaco, rodeada por su familia. Este evento pasó desapercibido públicamente. Al optar por esta fe, Alexandra se alineó con las creencias profundamente católicas que caracterizan a su madre.

A pesar ser luterana hasta ese momento —había sido bautizada el 19 de septiembre del 1999— su decisión fue personal y no estuvo exenta del interés mediático posterior. Días después del bautizo, un coronel que había trabajado durante años para proteger a la familia Grimaldi reveló que había sido elegido padrino por Alexandra durante su ceremonia religiosa.

Una figura discreta entre los nobles

A pesar de haber cumplido recientemente 26 años y ser cada vez más visible en eventos sociales como el Baile de la Rosa, Alexandra ha mantenido un perfil bajo. A diferencia de sus hermanos maternos que no poseen títulos nobiliarios, ella tiene un lugar especial dentro del Gotha europeo aunque su papel institucional es limitado.

Pese a ello, es común verla acompañando a su familia durante celebraciones importantes como el Día Nacional del Principado o el Gran Premio de Fórmula 1. Se dice que es el ojo derecho de Carolina, quien ha cuidado mucho su privacidad desde pequeña. Desde 2016, ha estado acompañada discretamente por Ben Sylvester Strautmann, exjugador profesional y estudiante destacado.

Carlos Serra

Mi carrera en el diseño de moda comenzó como un hobby que rápidamente se convirtió en una pasión profesional. Combino mi habilidad para la redacción con mi conocimiento técnico en confección para crear campañas de moda innovadoras y artículos detallados sobre tendencias de moda, técnicas de diseño y sostenibilidad en la industria. Mi objetivo es empoderar a los consumidores a través de información accesible y ropa éticamente producida.

No te pierdas esto:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *