Experiencia personal con la micropigmentación de cejas: la técnica preferida de celebridades

La experiencia de Sabrina Éléonore
En manos de Sabrina Éléonore, han confiado numerosas celebridades como Vicky Martín Berrocal y Nieves Álvarez. Su enfoque integral y personalizado ha hecho que esta parisina se convierta en la favorita del mundo de la moda. Después de probar su método, puedo afirmar que Éléonore no solo crea cejas, sino que realza la mirada.
Con sedes en París, Nueva York y Madrid, Éléonore es una de las pocas «metre sourciliers», o maestras en el arte de las cejas. Aprendió su oficio en África y decidió formar a otros tras ver cómo sus tratamientos mejoraban la autoestima de pacientes con cáncer. Es conocida por su trabajo excepcional durante el festival de Cannes en la Suite Chopard.
Nieves Álvarez fue una de sus primeras clientas españolas. Recuerda haber tenido miedo al cambio, pero al mirarse al espejo después del tratamiento, le confesó a Éléonore que había estado buscándola sin saberlo.
Sabrina dedica un tiempo considerable a cada sesión (nunca menos de dos horas) y entiende las cejas como un rasgo esencial de la personalidad. Ha creado su propia escuela donde enseña no solo la técnica del bambú (un tatuaje artesanal con pigmentos naturales), sino también su filosofía centrada en devolver confianza a sus clientas mediante un trato delicado y sin prisas.
A diferencia del enfoque común que busca resultados inmediatos, Éléonore se enfoca en un diseño a largo plazo adaptado a cada cliente. No ofrece «cejas nuevas» en una sola sesión; prefiere trabajar con pequeños retoques para mejorar sutilmente la mirada.
Sabrina ha capacitado a su equipo para realizar micropigmentación con bambú, una técnica manual utilizada tradicionalmente para tatuajes espirituales en Asia y Polinesia. Este método permite un control preciso sobre el trabajo realizado, resultando en cejas más sutiles y elegantes.
A través de este proceso se logran resultados naturales incluso en cejas despobladas por el tiempo. En Un Jour Une Regard, este tratamiento es solo parte del proyecto global para cada cliente; buscan revitalizar la mirada perdida con los años.
A diferencia del microblading o tatuajes convencionales que utilizan máquinas para introducir pigmento, Sabrina trabaja manualmente controlando cada detalle. Esto evita escarificaciones profundas que pueden resultar artificiales con el tiempo.
Paso 1: depilación precisa
Después de analizar mi rostro y mis cejas, comenzamos con la depilación utilizando únicamente pinzas para lograr mayor precisión. Esta técnica evita problemas comunes asociados al uso de cera o hilo.
Paso 2: coloración inicial
Sabrina aplica un tinte especial para revelar los pelos más finos antes de planificar dónde será necesaria la micropigmentación manual.
Paso 3: micropigmentación artesanal
Cerca de un mes después regresé para realizarme el tratamiento definitivo donde se rellenan las áreas necesarias utilizando una micro aguja muy fina. El proceso fue sorprendentemente cómodo y duró alrededor de una hora y cuarto.
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